Éxodo, Anissa B. Damom

Título: Éxodo
Autor/a: Anissa B. Damom
Género: Fantasía
Puntuación:
Sinopsis:

Voy a darte los tres consejos que a mí no me dieron.
Este es el primero: "Olvida todo lo que te han contado: los vampiros no existen, los lobos son solo animales y los magos, las hadas y los duendes se encuentran encerrados en grandes tomos de hojas desgastadas".
Quiero mostrarte la otra cara del mundo. Un lugar donde el peligro se enmarca en perfectos rostros de porcelana perlada, el amor es como una bestia salvaje sedienta de sangre que acecha y te arranca el corazón mientras estás dormido y la felicidad... la felicidad es un delito que se paga muy caro.

Opinión personal:

Lena De Cote no recuerda nada de su pasado, ni siquiera, ese es su verdadero apellido. Vive con dos chicos (Liam y Flavio) y una chica (Lisange), todos con apariencia perfecta, todos son De Cote.

Ella desea morir antes que vivir más con el peso de no recordar su pasado y es en una de sus salidas a la biblioteca con Lisange cuando descubre quien puede hacerlo, Christian Dubois (que me recuerda bastante a Kirtash de Memorias de Idhún, pero bueno, Laura no tiene los derechos de los híbridos). Lisange le había explicado que era un asesino y que no debía acercarse a él aunque, a pesar de sus advertencias lo hace, primero con la idea de un pacto de muerte: él la matará pero ella no sabrá ni cómo ni cuándo ni dónde. Después no puede evitar enamorarse de él, algo que no tendría que suceder, algo realmente imposible. ¿Por qué? Porque ambos están muertos, igual que el resto de los De Cote, pero se han quedado en la Tierra para mantener un equilibrio.

Hay tres tipos de muertos-no muertos:
Los Cazadores: Se alimentan de las emociones del resto de los humanos y en este grupo están incluidos Lena y su clan (los De Cote)
Los Grandes Predadores: También se alimentan de humanos pero, se divierten torturando a los Cazadores, en este grupo están incluidos Christian y su clan (los Dubois)
Los Guardianes: Se alimentan de cazadores.
En teoría, los muertos-no muertos, no pueden tener sentimientos pero parece ser que Lena y Christian son la excepción (sí, él también queda coladito por la cazadora).
El extraño augmento del número de
 guardianes y su ataque mortal a alguien de su entorno no son casualidad, los guardianes están preparandose para atacarle.

En el camino hacia la puerta de mi habitación me crucé de nuevo con el espejo y no pude evitar la tentación de mirarme un ultima vez, perpeleja por mi nueva imagen.

-Te sienta bien- oí a mis espaldas; me di la vuelta alarmada demasiado rápido y todo empezó a darme vueltas.

Christian estaba sentado en el alféizar de la ventana. Lo miré confundida, completamente segura de que no estaba ahí cuando había abierto las cortinas un minuto antes.

-¿Cómo has llegado hasta aquí arriba? -pregunté.

-Saltando -  contstó encogiendose de hombros, como si fuera lo más normal del mundo.

Me acerqué a él y miré hacia abajo, había por lo menos cinco metros de altura.

-No te he visto antes.

-Una lástima, llevo aquí toda la noche - contestó chasqueando la lengua

Anissa detalla tanto las escenas de amor que he llegado a llorar las penas de Lena y me he quedado enamorada de Christian hasta el punto de que sin darte cuenta acabas buscando su nombre por las páginas para ver si Lena y él compartirán otra de esas veladas románticas que le hacen a una suspirar un ¡Yo también quiero un Christian Dubois!

¿Lo habéis leído? ¿Pensáis hacerlo? ¡Déjanoslo en  los comentarios! ^3^